Estaba en mi cuarto tumbada en la cama esperando que sonara el despertador para el instituto ya que no podía dormir. Hoy como cada día, Jonathan vendría a por mí. Aunque hoy no me encontraba bien. Llamaron a la puerta de mi cuarto, y tuve que levantarme a abrir, ya que había cerrado el pestillo por la noche.
Abrí y volví a la cama, era mi madre.
-¿Podemos hablar?
-Sí.
-Es que me pilló de sopetón lo de... tu embarazo. Cielo, ¿tú estás segura?
-Sí.
-¿Sabes la responsabilidad que supone? No podrás salir cuando se te antoje como ahora, y no podrás estar en el instituto. Y tampoco es como un novio que puedes dejar.
-Mamá, ¿en algún momento te arrepentiste al tenerme?
-No, eso nunca.
-Entonces déjame tener a David. Tú y Pedro podréis ayudar y Jonathan siempre estará ahí.
Sus abuelos paternos también estarán.
-Está bien, pero sólo hazlo si de verdad lo deseas.
-Sí mamá-me dio un beso en la frente y se fue.
Entonces algo salió de mi cama y se lanzó sobre mí.
-¡Toby! ¿Cómo has entrado?-le dije acariciándolo.
Estuve tonteando con él hasta que alguien entró en mi cuarto.
-Sel, ¿estás bien? Tu madre me ha dicho que no tenías buena cara.
-La verdad es que no me encuentro muy bien.
-Pues ya está, nos quedamos aquí.
-Pero vas a perder clase, y yo también.
-Da igual, después la justificamos.
-Bueno, como digas.
Se sentó al lado mía en la cama y me encendió la televisión.
Llamaron a la puerta y gritamos que entrara, porque no estaba cerrada con pestillo.
-Cielo, vais a llegar tarde al instituto.
-Es que no se encuentra bien
-¿Tú también vas a quedarte aquí?
-Sí, me quedo cuidándola por si necesita algo.
-Está bien, si necesitas algo llámame al móvil, voy a llevar a Evelyn al colegio y después me iré a trabajar. Si no lo contesto, llama a Pedro-me dio otro beso en la frente y se fue.
-Sel, ¿y este piano?
-Me lo compró mi madre para que lo tocara, porque hacía tiempo que no tocaba ninguno.
-¿Puedes tocarme un poco?
-¿Cómo?-se me abrieron los ojos como platos.
-El piano, quiero decir.
-Ah, claro.
Le cante una canción tocándola con el piano. Fue la de "Cuando no estás" de María Isabel.
Se la solía cantar a mi hermana cuando se ponía triste por mi padre.
-¿Cómo se llamaba?
-¿Qué?
-Tu padre, ¿cómo se llamaba?
-Ah, Joaquín.
-Me gusta-dijo sonriendo-¿Y a qué se dedicaba? Oye, contesta sólo si quieres.
-Era músico. Componía canciones para grupos y artistas que estaban empezando. A mí siempre me tocaba el piano.
-Seguro que desde arriba te ve y está orgulloso de ti.
-Sí-los dos sonreímos.
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