martes, 27 de julio de 2010

Cap.3 La nueva casa.

-¡Mira Selena! ¡Hay castillos de princesas!-Gritaba mi hermana mirando por la ventana, mientras me despertaba.
-Eve, no son castillos de princesas, son casas... bastante grandes por cierto.
-Pues si chicas, este pueblo es de bastante lujo para ser tan pequeño-nos dijo Pedro.
Era un pueblo bastante más pequeño que mi antigua ciudad, pero las casas eran enormes y lujosas: todas tenían un jardín muy grande, con piscina y parque...
-¡Ya hemos llegado!- dijo Pedro interrumpiendo mis pensamientos.
-¡Hala! Selena, ¡me enseñarás a nadar a que si!
Mi hermana me hablaba pero yo la escuchaba como música de fondo pues tenía la vista puesta en la enorme casa: tenía un jardín enorme, con un césped muy verde. Tenía una piscina con el agua muy clara. Y había una bicicleta rosa que supongo era para mi hermanita.
-Pero Pedro, ¿Cómo es que está la piscina llena? ¿Y la bicicleta?
Pedro me contestó algo de que había hecho algunas llamadas, pero realmente no lo oí bien. Entré a la enorme casa y estaban allí nuestros muebles, por lo visto los de la mudanza habían hecho su trabajo.
-Tranquila cariño, tu cuarto no lo hemos montado aún, eso será cosa tuya y a tu gusto-dijo mi madre.
-Gracias mamá-respondí mientras ella me daba un beso.
Subí por aquellas escaleras con forma de caracol pensando en qué podría encontrarme allí arriba, ya que mi madre y Pedro llevaban semanas viniendo para tenerlo todo colocado.
Era increíble. La primera habitación que vi fue la de mi madre y Pedro:
Era muy simple, pero muy moderna. Tenía una televisión, un escritorio con una silla y una cama.
La siguiente habitación que vi, me dejo totalmente petrificada... era la de mi nuevo hermanito. Era preciosa, tenía muchos colores muy suaves. Le iba a encantar.
Seguí andando, y me encontré con la de mi hermana. Por un momento creí que estaba en el mundo de La Hello Kitty, pues su habitación era enterita de ella.
Y llegué a la mía, claro que estaba sin montar. Empezaría mañana, esa noche dormiría con mi hermana.
Decidí salir al jardín, donde mi familia tomaba café en una mesa, dispuesta a mandarle un mensaje a Lulú, para decirle que había llegado pero entonces...
-¿Pero qué....?
No… no podía creerlo…
Era… era… ¡Era ÉL!

1 comentario:

  1. ainsssssssssss era Daviddd¿? sigue contandooo no me dejes asiii, me encantaaa la historiaa, mi reaccion es fantasticooo, me encanta avisamee si subes mas, yo en el tuentiii soy manoli madroño gomezzz, besitosssss wapaaaa

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